Abrazar alarga la vida y fortalece la salud emocional
El contacto físico afectivo, como los abrazos, tiene efectos comprobados sobre la salud mental, el bienestar emocional y la esperanza de vida, según estudios científicos recientes y observaciones de largo plazo.
Diversas investigaciones demostraron que los abrazos no solo consuelan en momentos difíciles, sino que también ayudan a vivir más y mejor. Desde la infancia, el ser humano busca refugio en el calor de otro cuerpo, y esta necesidad se mantiene a lo largo de la vida. Estudios realizados por universidades como Harvard, Londres y Bristol coincidieron en que abrazar reduce el estrés, eleva la autoestima y mejora el funcionamiento del sistema inmune.
Los expertos señalaron que el cuerpo libera oxitocina, una sustancia relacionada con el placer y la confianza, cuando se recibe un abrazo de al menos cinco segundos. Además, las personas mayores que disfrutaban de contacto físico frecuente resultaron ser más longevas.
Incluso los bebés prematuros presentaron mayor supervivencia al mantenerse en contacto piel con piel con sus madres, lo que llevó a la OMS a recomendar este tipo de atención afectiva inmediata tras el nacimiento.
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