Con ocho votos a favor del archivo y cinco en contra, el proyecto no superó su primer gran debate en el Congreso, aunque aún queda abierta la posibilidad de una apelación en la plenaria del Senado.

La decisión se tomó el martes 16 de diciembre, cuando la Comisión Séptima del Senado votó mayoritariamente por archivar una de las principales apuestas del Gobierno del presidente Gustavo Petro. Pese a este resultado, la iniciativa aún no queda completamente cerrada. El senador de la Alianza Verde, Fabián Díaz Plata, presentó una apelación que ahora deberá ser analizada por la plenaria del Senado.

Desde el Gobierno, la reacción fue inmediata. El ministro del Interior, Armando Benedetti, cuestionó a los senadores que hundieron el proyecto y aseguró que la reforma fue archivada sin un debate suficiente.

Tras el archivo de la reforma a la salud, la senadora del Partido de la U, Norma Hurtado, afirmó que el proyecto presentaba un desfinanciamiento cercano a los 126 billones de pesos, equivalente a siete puntos del Producto Interno Bruto.

Desde la oposición y algunos sectores independientes se defendió la decisión. Según señalaron, no existían garantías claras sobre la sostenibilidad fiscal de la iniciativa.

Al debate también se sumó el sector privado. La presidenta de Acemi, Ana María Vesga, sostuvo que el hundimiento de la reforma fue consecuencia de la incapacidad del Gobierno para construir consensos políticos y técnicos.

En contraste, los senadores que respaldaban la reforma, entre ellos miembros del Pacto Histórico, la Alianza Verde y el partido Comunes, advirtieron que el archivo del proyecto perpetúa el negocio de las EPS y mantiene un modelo que, según ellos, no responde a las necesidades de los pacientes.