Durante cuatro días, el festival ofreció un cartel de lujo con artistas de diferentes géneros, brindando una experiencia inolvidable para los asistentes.

Durante cuatro días, el festival ofreció un cartel de lujo con artistas de diferentes géneros, brindando una experiencia inolvidable para los asistentes.

El Estéreo Picnic 2025 ha bajado el telón tras cuatro días de vibrante música, momentos inesperados y conexiones profundas entre artistas y público, consolidándose, según Páramo Presenta, sus organizadores, como un hito cultural de Colombia y América Latina. Con una asistencia total que superó las 152.000 personas, el festival ofreció un caleidoscopio de géneros y emociones que resonarán en la memoria colectiva por mucho tiempo.

La jornada inaugural del jueves congregó a 30.000 almas, cautivadas por el pop y rock de Benson Boone, cuya interpretación de "Beautiful Things" acompañada de arriesgadas acrobacias incendió el escenario. Alanis Morissette, con su voz inconfundible, evocó la nostalgia de generaciones, mientras que Shawn Mendes cerró la noche con un espectáculo rebosante de energía y éxitos coreados al unísono.

El viernes, con una afluencia de 42.000 asistentes, prometía la contundencia de Tool y el regreso esperado de Justin Timberlake. Sin embargo, un giro inesperado obligó a la cancelación de Incubus debido a la enfermedad de uno de sus integrantes. La banda colombiana 1280 Almas, con un espíritu resiliente y un toque de humor irreverente, asumió el reto, ofreciendo un espectáculo potente y enviando un mensaje ingenioso a la audiencia: “Nos cogieron fuera de la base, así que, si nos van a tirar piedras, ¡que sean piedras de amor!”.

El sábado recibió a 32.000 espectadores ansiosos por la energía de Justice, Kapo, y la explosiva dupla de Ca7riel & Paco Amoroso.  Pero el momento más conmovedor de la noche, y quizás del festival entero, llegó con el anuncio de Galy Galiano, leyenda de la música popular, sobre su retiro definitivo de los escenarios.  Visiblemente emocionado, el cantante reveló su gira de despedida, “La última, y nos vamos”, prometiendo detalles en breve.

El domingo, cerrando con un broche de oro ante más de 45.000 personas, estuvo marcado por momentos de conexión cultural y despedidas memorables. Mon Laferte sorprendió al público al adornar su interpretación con un sombrero vueltiao, un gesto que trascendió lo musical, convirtiéndose en un homenaje a la rica herencia colombiana. Olivia Rodrigo se encargó de la despedida en el Escenario Johnnie Walker, mientras que Rüfüs Du Sol llevó la noche a su clímax final en el Escenario Adidas, con un espectáculo de música electrónica que se extendió hasta la madrugada, dejando una estela de energía palpable y la promesa de un Estéreo Picnic 2026 aún más sorprendente.

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