Cinco sobrevivientes del vuelo de Lamia 2933 siguen con vida después de la tragedia.

El 28 de noviembre de 2016 quedó grabado en la memoria del fútbol mundial como un día de luto, el avión de la aerolínea Lamia, que transportaba al equipo brasileño Chapecoense hacia Medellín, Colombia, para disputar la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional, se estrelló dejando 71 muertos de las 77 personas a bordo.

Entre los sobrevivientes se encuentran tres futbolistas del equipo (Alan Ruschel, Jackson Follmann y Helio Neto), una azafata (Ximena Suárez) y un técnico aeronáutico (Erwin Tumiri).

Estas personas, quienes enfrentaron un largo proceso de recuperación tanto física como emocional, siguen siendo un símbolo de resiliencia y fortaleza.

El principal factor señalado del suceso fue el agotamiento del combustible, derivado de una planificación inadecuada por parte de Lamia.

La aerolínea no contempló paradas para reabastecimiento, lo que condenó al vuelo a una emergencia inevitable.