La noticia de su fallecimiento fue confirmada y rápidamente resonó en el mundo de la música, generando un torrente de emotivas despedidas.

En la madrugada del 20 de febrero, la ciudad de Cali se viste de luto con la partida de Wilson Saoko, conocido artísticamente como Wilson Manyoma. El emblemático cantante, que, según allegados, enfrentaba un grave estado de salud a causa de un cáncer y complicaciones tras una caída en su hogar, dejó un legado imborrable en la música tropical colombiana.

Wilson Manyoma Gil, nacido el 30 de agosto de 1951 en Cali, fue un referente de la salsa. Su trayectoria musical se destacó en agrupaciones como 'Sonora Juventud' y la famosa orquesta 'Fruko y sus Tesos', donde alcanzó el reconocimiento nacional e internacional. Su interpretación de "El Preso" se convirtió en un clásico, consolidándole como una de las voces más inconfundibles de este género.

La noticia de su fallecimiento fue confirmada y rápidamente resonó en el mundo de la música, generando un torrente de emotivas despedidas. Discos Fuentes, la casa que lo vio nacer artísticamente, expresó su profundo pesar: "Hoy la salsa está de luto. Nos dejó Wilson Manyoma, la voz inconfundible que inmortalizó 'El Preso' y marcó una era con Fruko y sus Tesos". Su energía y singular estilo perdurarán en cada nota que evoca el ritmo contagioso de la salsa.

A lo largo de su carrera, Manyoma se unió a Fruko a inicios de los años 70, convirtiéndose en un pilar del sonido de la orquesta. Durante esta etapa, participó en hitos como 'Fruko, el genio', donde dejó su huella en temas inolvidables. Tras breves ausencias, su regreso en álbumes como 'El magnífico' y 'El padrino de la salsa' reafirmó su posición en el escenario musical.

La pasión por la música lo llevó a formar su propia agrupación, La Decisión, junto a su hermano Hermes Manyoma, a principios de los años 90, lo que demostró su versatilidad y amor por la salsa.

El legado de Wilson Manyoma trasciende su vida. Su música seguirá siendo celebrada y recordada, mantenida viva por quienes se dejan llevar por cada acorde y por cada ritmo de la salsa. Su partida deja un vacío en el corazón de sus seguidores, pero también una rica herencia que continuará sonando por generaciones.