Su actividad delincuencial la desarrollaban en los municipios de Cundinamarca y Boyacá.

Mediante órdenes de captura, las autoridades lograron la captura de siete sujetos dedicados al tráfico de estupefacientes en menores cantidades, concierto para delinquir y receptación, porte ilegal de armas de fuego y/o munición y hurto calificado y agravado en todas las modalidades, especialmente a motocicletas.

La desarticulación del grupo delincuencial “Los Jibaros” estaba conformada por cinco hombres y dos menores de edad de nacionalidad colombiana, cuyas edades oscilan entre los 14 y 38 años, todos ellos residentes en el municipio de Ventaquemada y Jenesano (Boyacá).

Los hoy capturados se dedicaban a la distribución de tráfico de estupefacientes y hurto a motocicletas; asimismo tenían definidos sus roles criminales: Coordinador, distribuidor, comerciante y campaneros.

Su actividad ilícita la desarrollaban en los municipios de Ventaquemada, Samacá, Jenesano, Villapinzón, Chocontá y Tunja; posteriormente las motos hurtadas eran llevadas a nuevo Colón y Cundinamarca para ser comercializadas, de acuerdo con el reporte de la Policía.

Aprovechando el factor de oportunidad, hurtaban las motocicletas, donde las escondían, posteriormente las arreglaban y eran comercializadas en otros municipios y zonas rurales a bajo precio y sin ningún tipo de documentación.

El líder de la organización alias “Millan” era quien transportaba y distribuía las motos hurtadas, mientras que los alias “Elkin, Pluma Grande, Cilantro y Durazno” eran los encargados de hurtar las motocicletas, a su vez alias “Ramírez” era quien las vendía y por último alias “Macha” era quien proveía las sustancias a domicilio express.