En un incidente ocurrido en la noche del 4 de abril, que se originó por causas aún bajo investigación, murió Allison Yuliana Hernández Pinto, una niña de ocho años, resultaron heridas otras tres personas y terminó vandalizado el centro de salud del municipio.

Según declaraciones de las autoridades, la intervención policial se produjo tras reportes de una alteración del orden público, causada por un grupo de personas. Al intentar disuadir al grupo de bloquear una vía, los agentes de policía se enfrentaron a una resistencia violenta.

Testigos reportan el uso de machetes y el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes, lo que provocó un forcejeo que escaló rápidamente.

En el confuso desarrollo de los acontecimientos, se escucharon disparos. Una bala alcanzó a la menor Allison Yuliana, quien se encontraba dentro de un vehículo, al tiempo que otras tres personas también sufrieron lesiones.

La muerte de la niña ha generado una ola de indignación y exigencias de transparencia. Tanto el gobernador Jorge Rey como el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, han lamentado profundamente la pérdida y han prometido una investigación exhaustiva y expedita para esclarecer los hechos.

Tras el incidente, la tensión se intensificó cuando un grupo de personas vandalizó el centro de salud de Cachipay.

La Alcaldía de Cachipay ha sugerido que la intervención policial se produjo en un contexto de control que generó resistencia y exaltación entre los presentes. Mientras tanto, algunos habitantes señalan que el origen del disturbio podría estar relacionado con una intervención policial previa para desalojar a aproximadamente 40 familias que ocupaban un terreno de manera informal. Esta versión, sin embargo, no ha sido confirmada por las autoridades.

La investigación sobre el origen del disparo fatal sigue en curso, buscando determinar las circunstancias exactas que llevaron a la muerte de Allison Yuliana Hernández Pinto. 

Por su parte el Hospital Pedro León Álvarez Díaz expresó su profunda preocupación y rechazo por los actos de violencia ocurridos.

En su comunicado, el Gerente Hugo Armando Méndez, señaló que estos hechos representan una clara violación a los derechos fundamentales a la salud y a la vida, hizo un llamado a la tolerancia, al respeto y a la consideración hacia el personal y los espacios de atención médica.

El gerente reiteró su compromiso con la comunidad de Cachipay y pidió apoyo ciudadano para garantizar un entorno seguro para pacientes y trabajadores.

Mientras tanto, la comunidad de Cachipay llora su pérdida y lamenta la violencia contar el centro de salud, al tiempo que exige respuestas claras sobre lo que sucedió, esperando que se haga justicia y que hechos como este no se repitan.