La estrategia busca mantener en funcionamiento los hospitales y asegurar que los usuarios sigan recibiendo atención médica oportuna en sus municipios.

La administración departamental confirmó una inversión superior a los 330 mil millones de pesos. Estos recursos se destinarán a la modernización de la infraestructura, la ampliación de áreas de atención y la adecuación de espacios que durante años operaron con limitaciones. El plan también contempla la compra de equipos médicos modernos. Esto permitirá mejorar servicios como urgencias, laboratorio, hospitalización y atención preventiva, y facilitar diagnósticos más rápidos y tratamientos más seguros.

Otro eje clave es el fortalecimiento financiero de los hospitales. El departamento implementó apoyos para cubrir gastos operativos y enfrentar las deudas acumuladas por las Entidades Promotoras de Salud, EPS.

Con esta inversión, Cundinamarca busca garantizar la continuidad de los servicios, reducir traslados a otras ciudades y mantener una red pública sólida al servicio de la población.