La propuesta del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, de aplicar desde 2026 pico y placa los sábados a los vehículos particulares no matriculados en la capital generó una fuerte reacción en Cundinamarca.

El alcalde de Soacha, Julián Sánchez, fue el primero en manifestar su inconformidad, afirmando que la decisión no fue socializada pese a su impacto en los miles de conductores que diariamente se movilizan entre los municipios vecinos y Bogotá.

A él se sumaron los alcaldes de Facatativá, Luis Carlos Casas, y de Chía, Leonardo Donoso, quienes criticaron la falta de articulación regional y pidieron mayor coherencia y coordinación por parte del Distrito.

El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, también expresó sorpresa por el anuncio y recordó que la Región Metropolitana fue creada precisamente para concertar políticas de movilidad conjuntas.

Señaló que decisiones de este nivel deben discutirse en ese espacio y propuso abrir mesas de diálogo antes de enero de 2026, destacando el papel de la Agencia Regional de Movilidad para facilitar acuerdos.

Desde el Concejo de Bogotá, el cabildante David Saavedra defendió la iniciativa de Galán, argumentando que los municipios de Cundinamarca incumplieron el pacto de ofrecer estímulos para evitar que los bogotanos matricularan sus vehículos fuera de la ciudad. Según Saavedra, esto ha aumentado el número de automotores externos que ingresan diariamente a Bogotá y ha afectado las finanzas distritales.