Las provincias de Oriente y Medina enfrentan emergencias por la intensidad del invierno.

Durante los últimos días, Cundinamarca vivió una de las temporadas invernales más intensas del año, con afectaciones graves en municipios de las provincias de Oriente y Medina. Las lluvias constantes provocaron crecientes súbitas, deslizamientos de tierra, colapso de puentes y la interrupción de vías principales.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM) alertó que entre el 14 y el 22 de julio se esperan precipitaciones intensas en el centro del país. Esta advertencia coincide con los reportes de daños que han dejado a varias familias damnificadas y obligaron la activación de planes de emergencia.

Desde la Gobernación de Cundinamarca se han desplegado equipos con maquinaria amarilla para despejar caminos, se han realizado evacuaciones preventivas y se han habilitado albergues temporales. También se entregaron ayudas humanitarias a los hogares que perdieron sus pertenencias.

Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Cundinamarca figura entre los departamentos colombianos con mayor vulnerabilidad ante el cambio climático. Algunos municipios han registrado más de 3.300 milímetros de lluvia al año, superando incluso el promedio nacional. Las autoridades insisten en mantener activos los comités municipales de gestión del riesgo.